lunes, 6 de junio de 2016

codices y jeroglificos


Códices

Códice (del latín codex, -icis) es uno de los formatos del libro. Se compone de cuadernos plegados, cosidos y encuadernados. Habitualmente, se puede escribir en ambos lados de cada hoja, denominados páginas, que pueden numerarse. Aunque técnicamente cualquier libro moderno es un códice, el término se utiliza comúnmente para libros escritos a mano (manuscritos) en el periodo previo a la imprenta (es decir, hasta el fin de la Edad Media), y para los documentos producidos por los indígenas mesoamericanos, en la época precolombina y en la Colonia. El significado lo recoge el DRAE.[a] El diminutivo de "códice", "codicilo", se emplea únicamente en contextos testamentarios. Derivada de ésta es la palabra "código".[3]

Etimológicamente, la palabra latina codex parece proceder de la contracción del diptongo de la también latina caudex, -icis ('tronco' -de la que se ha propuesto su origen caldeo-). Este nombre, que dieron los romanos a la tablilla de cera para escribir, por desplazamiento semántico terminó designando a los libros con páginas,[4] diferenciados de los rollos empleados hasta entonces.

Jeroglíficos

Un jeroglífico es un tipo de escritura propia de algunas antiguas civilizaciones (como la egipcia, hititas o maya) que suele basarse en símbolos y no en valores fonéticos o alfabéticos. También designa a cada uno de los signos que conforman tal escritura. Tal denominación se debe al lingüista francés Jean-François Champollion, que fue quien descifró los jeroglíficos egipcios.

«Jeroglífico», por extensión, también se aplica a cualquier escritura de difícil interpretación o a un pasatiempo que contiene un acertijo a través de figuras.

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